domingo, 21 de septiembre de 2014

Timing, ritmo musical, la forma-novela y el sexo


Es una excelente y válida pregunta qué cazzo tienen que ver los tomates con la velocidad.


La forma novela es, hoy día, ya aceptadamente una forma "mutante". Es imposible comparar Las afinidaddes electivas o Cumbres Borrascosas con Ulisses o Rayuela. Y son casos, aunque arquetípicos, aislados y no tan representativos de extrañeza como de genialidad  (salvo quizás Joyce).

Pero, pensando un poco en el Concierto Barroco, La consagración de la primavera o El siglo de las luces, con sus formas claras, y a la luz de que, gestalt mediante "todo discurso lineal deviene en estructura", no puedo no pensar en el ritmo, la dosificación y la estructura dramática de las novelas que leo y releo diariamente.

Hace apenas una semana la vieja Jane Austen me tenía muy metida en sus cuitas de honor y casorios y, sin querer, registré la "aceleración del ritmo armónico" en su último capitulo de Orgullo. Basicamente, parafraseando a Calamaro "todo se resuelve en tres minutos". O le habían pedido menos de 300 páginas, llevaba 285 y tenía todo abierto. No sé.
Es una señora a la que quiero, ultimamente más por el Jane Austen Argument, le tengo un afecto particular.
Amanda Fuking Palmer con Tom Dikins, de JAA

Llorando desconsolada muertes de ficción en un parque, me asombré.
La mejor explicación que encontré, ridícula en todo su esplendor, es que es necesario un "timing emocional" donde el lector participe y pueda sumarse a esos avatares.El justo: ni más rápido ni más lento.


Me pasa bastante seguido leyendo que necesito parar.
Que cierta frase, cierta imagen  me resuena internamente y ya no puedo seguir.
La emoción y efervescencia interna o una imagen imborrable en su dolor me exigen entonces adaptar ése timing a mí. Adaptar mi velocidad, mis tiempos de procesado al paso de páginas, a la ansiedad de la trama.
El suspenso, si tengo empatía, no me gana.

Pero cuando esto cierra, cuando el escritor puso la justa medida de "te tengo agarrado de los huevos" y "esta imagen es tan bella que el libro entero va a quedar pintado de éste color" es de un placer inconmensurable.
Es, así me salió en la primera pensada, sin filtro, un polvo perfecto. 

¿alguien más tiene mis complejidades para leer?¿alguien se preguntó algo así?


miércoles, 10 de septiembre de 2014

Qué extraña la realidad cuando nos acerca a la lucha, a los deseos, a los sueños. Qué extraña cuando nos transporta en un libro a otros ojos, a otro mundo.
Aunque todo siga igual, la lluvia caiga, el trimestre cierre y parezca que nada cambia...
Qué extraño es cruzarse con un par, un verdadero par. Y reconocerse y quedarse admirado por las mismas cosas que el otro admira en vos.
Qué deslumbrante es establecer ése nivel de diálogo. 
Cuánto extrañamiento y cuánta soledad debemos estar cargando para sentir el alivio del peso infinito de la responsabilidad sobre nuestros únicos hombros.  Qué felicidad cuando, al final,
hay equipo.