La libertad se disfruta en compañía

Y vos
Y yo
Tan centrados
Tan perdidos
Solo
vamos a ser
quienes deseamos
soñamos
Quienes realmente somos
cuando seamos
libres de la mirada del otro
Cuando
por vez primera
podamos
estar en compañía

tratar de intuir
recordar
que hay
una puerta
detrás de esa pared

otra vez
imaginarse
que algo
va a poder medirse
en escala richter
adentro

otra vez
la seguridad
de que nada
nadie
va a ser
como lo que hubo
o lo que no fue

y la certeza
en el cuerpo
de que

otra vez

diego

te quiero

te quiero acá

te quiero callado

te quiero oscuro

capaz de ponerme

en este estado

tan mío

de tratar

porfiada

de que te ilumines

de que me ilumines

el deseo infantil
que supone
que alguien
alguno
externo
exterior
puede salvarte
de ir
a donde
en el fondo
no podés evitar
porque una corriente
cálida
te arrastra
y te tienta
como sirenas
cantantes
o como
un sendero
que tenés que recorrer
o donde
ya sabés
tenés que ahogarte

tanto esfuerzo
tratando de enhebrar
recuperar
rescatar
puntos saltados
cuando es
el tejido
que desaparece

la esencia, el trenzado
que cede a la inercia

Tanta vida
de hilar
y tan poco
en el carrete

las cosas deshechas
ya no son
más que
algo que una vez

Y ahí, donde el silencio
suena fuerte
no deja lugar a más nada
ahí, es donde
amar
quizás no sea el verbo más bello

Otra crónica, otra muerte anunciada

fue deshilachándose
volviéndose brisa

Y el vacío
que dejó
llena todos los espacios

el miedo
consume
como frío,
tensa

te pone ese rictus
en la frente
la sonrisa
se enrarece

y te volvés
un ser social
un correcto
un normal

cuando vos,
claro, vos,
como yo

escribir
como un sortilegio

como quien invoca
un hechizo
de protección

como quien
pide a lo divino
quien se pone
en manos de

escribir
como un círculo de sal

que no deje
ni un espacio

Por donde entren
los malos espíritus

Construir
un espacio
también lleva
extrañamiento

pide olvidar
perder
desconocer
exige desmembrar
y descuartizar
la memoria
los fantasmas
y el miedo a
lo desconocido

lleva
reinventarse

Que no todo fue naufragar

Distancias
que son abismos
y en el instante
en que las órbitas
se acercan,
gravitan,
caen atavismos
desconfianza
y uno pone
ahí
Todo de todo

Y, como el Halley,
hielo sublimado,
arde uno
entonces,
desesperado

Epifanía
otra
recuperada del extrañamiento

Hoy

Sin sueño

Sin casa

Detenida al borde del abismo

Vacía

quedé

Y vacía

veo que no, Paulina

Es terriblemente triste

pero siempre estoy sola

tanta construcción
tanto esfuerzo
dejarse tocar
ser permeable
sonreir
abrirse, exponerse
y
al final
dejar entrar al amor

y
todo
para qué

para que duela
para que sangre
para que el destructor
recuerde el vacío, el frío de la muerte
para que se hiele la sangre
en las venas

mi soledad se siente acompañada

Estamos solos. Siempre,
pero mi soledad
ya no se siente
única


el recuerdo de tus palabras
de tu abrazo
no quiere que vuelva a ser
como antes

mejor

hay días
días en que todo
parece estar fuera de escuadra.
si solo se pudiera torcer la cabeza
pero son esos días
en que el mundo
se empeña
en hacernos sentir
chicos,
solos

en que toda la incapacidad,
en que todo,
parece un mar

y no es un mar azul
calmo

ni ése, bello, oscuro, brioso,
que yo amo tanto

ni el mar de la postal
ni el del viento

es el de alfonsina
el de llevar al cuello una piedra pesada
un mar lleno de compañeros
que seguimos esperando afuera

Del polvo eres.
Finito. Breve

Un transcurrir.
aquello que deja de ocurrir en el exacto instante que pasó
ésa es su esencia.

conectar
con el polvo,
con la finitud


Para volver al infinito
campo de muertos.
A ese campo reputamente socialista,
con ricos, pobres, niños y ancianos.

Todos, todos,
al polvo van a volver

Tus jotas son suaves
políglota fonético
y tus ojos
de caribe daltónico
la dulzura misma

en tu abrazo me suelto

en tu abrazo soy yo

Soy
Sos
Lo demás
mucho no interesa

Ciclos

un esqueleto
de ramitas
corona
tu nueva ventana
se agita
apenas
en la noche
húmeda y pesada

llega el solsticio
el día breve
y el verano
resplandece aún
en mi memoria

Y disfruto,
adelantada,
el templarse
y alargar

El árbol
tu árbol
es un fresno
lo sé
va a reverdecer
y va a regalar
sombra y fresco

Te va a cuidar

Si solo pudiera
confiar
en que
un día
quizás
vas a ver
a elegir
a saber
a dejarte poseer
por la idea

de tanta paz
de una sonrisa silenciosa

sería, desde ya
desde ahora,
muy feliz