y volver
a verte
para creérmelo
y aún necesitar una ojeadita
como quien no quiere la cosa
como a quien estos labios
se le hicieron esperar
como a quien la sonrisa
tanto tiempo silenciosa
tanto tiempo cortada
ya no le era familiar
va a llegar
el día
cuando tanto miedo
al cinismo, a la soledad
al silencio
caiga
y podamos ver
qué bien nos hacemos
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