Permitirse
autorizarse
a cambiar
aquello que
tan seguro
tan fervientemente
parecía ser
amor
y dejarlo que
solo
elija su nombre
que ceda
y se amolde
a la necesidad
y
al final
darse cuenta
de que en todo
en el inútil retener
en el miedo a perder
no había nada
porque lo que hay
lo que quedó
es mucho más grande
No hay comentarios:
Publicar un comentario